En pocas palabras, el sobrediagnóstico se definiría como “demasiada atención médica”.
El sobrediagnóstico nació de la intención de reducir las “muertes tempranas”, lo que llevó a los médicos a diagnósticar enfermedades y recetar tratamientos sin contar con la suficiente información o análisis. Se creía que mientras más estudios y tratamientos realizados, menor sería el índice de mortalidad y mayor la calidad de vida de las personas.
Hoy en día, se conoce que los beneficios obtenidos en cuanto a los índices de mortalidad, no han sido significativos. Mientras que existe un alto número de personas disgnosticadas equivocadamente que no reciben ningún beneficio mientras se les somete a todos los daños del tratamiento.
Estas consecuencias han aumentado la relevancia del sobrediagnóstico y provocado que las corrientes médicas que promueven una medicina más mesurada y responsable, aumenten en los últimos 5 años. Se considera al sobrediagnóstico como una de las barreras para la atención médica adecuada y uno de los problemas más dañinos y costosos en la medicina moderna.
Al realizar un diagnóstico temprano del cáncer de mama, se logran evitar 2 muertes. Se somete a agresivos tratamientos injustificadamente a personas sobrediagnosticadas. Se realizan estudios costosos e innecesarios a casi el 10% de las personas que se realizan mamografías cada año y se impacta emocionalmente a más del 50% que recibe un falso positivo. Sin realizarse ninguna mamografía, se evitan las consecuencias emocionales, económicas y físicas que sufrirán las personas con sobrediagnóstico.
Nunca es buen momento para morir, siempre parece demasiado pronto... o demasiado tarde``
Dr. Henry Marsh